30 sept 2010

Horario 2010 2011

Horario 2010/ 2011
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¿En qué consiste el Yoga?


Enla realización de una serie de posturas (ásana) y ejercicios respiratorios(pranayama), que actúan tanto sobre el cuerpo como sobre la mente, desarrollando en el cuerpo la fortaleza, la elasticidad, la capacidad de movimiento, el equilibrio y la salud, y en la mente la voluntad, la claridad, la ecuanimidad, la atención, la concentración y la paz interior, transformando en consecuencia la ansiedad y el estrés tan habitual en la vida de hoy, por un estado de bienestar general, confianza y salud.


Sobre Yoga Iyengar


Según el mismo Prashant Iyengar, hijo del Maestro, “el yoga desarrollado por B.K.S. Iyengar, traza la espiritualización de las ásanas, con la característica fundamental de hacerse uno mismo objeto de estudio, en los diferentes planos de nuestro ser: el cuerpo, la mente, la inteligencia, los sentidos, la atención, la conciencia, las emociones. El proceso de autoanálisis, de autoinvestigación es el sello de nuestro sistema.

Lo que B.K.S. Iyengar ha hecho es dar un carácter «científico» a las ásanas, a los aspectos prácticos del yoga. Las ásanas se han hecho intrínsecamente yóguicas, ha añadido análisis y reflexión en sus prácticas.”

La alineación correcta de articulaciones y estructuras óseas es un elemento fundamental para el correcto funcionamiento de todos nuestros sistemas. Con ello el movimiento y la relación de unos huesos respecto a otros se produce con el mínimo de rozamiento de articular y con una mayor eficacia muscular, previniendo lesiones y enfermedades degenerativas. A la vez que se crea el espacio interior necesario para un mejor funcionamiento de los órganos internos, aumenta el riego sanguíneo en extensión y en eficacia en la absorción de oxígeno a nivel celular, mejorando a su vez la actividad del sistema linfático, lo que genera un mayor bienestar y un cuerpo más sano y equilibrado.

Para alcanzar la alineación corporal correcta es necesario precisión en los detalles técnicos, para una colocación adecuada de cada parte del cuerpo, lo que exige un aumento del nivel de atención y concentración y una comunicación sensitiva muy activa e intensa con cada parte del cuerpo implicada en las acciones requeridas.

Ello requiere a su vez un tiempo de permanencia mínimo en cada postura para que pueda lograrse la precisión técnica necesaria.

Como consecuencia de lo anterior la práctica se torna intensa, no tanto en el sentido del esfuerzo corporal, sino en el de la atención y presencia mental que requiere, de comunicación profunda con nuestro interior, alcanzándose un estado, como expresa B.K.S. Iyengar, de auténtica “meditación en la acción”, despertando “la inteligencia de las células” en el persistente diálogo que establecemos con los músculos, huesos, articulaciones, órganos, tejidos, fibras y células durante la práctica de YOGA IYENGAR®.

Por todo ello, a través de una práctica regular y constante el cuerpo se torna vibrante y dinámico, la mente serena y calmada, convirtiéndose, la práctica en sí, en un proceso de estudio, de descubrimiento y exploración de uno mismo, no sólo en el ámbito corporal, sino en el emocional, mental y espiritual, lo que confiere a la práctica su auténtica dimensión espiritual.

Las clases de YOGA IYENGAR® contemplan cada uno de los ocho estadios descritos por Patañjali, poniendo el énfasis en la práctica regular de dos de ellos: asana (posturas) y pranayama (técnicas de respiración).

Asana (posturas): cuyos efectos saludables se extienden sobre los sistemas muscular, digestivo, circulatorio, glandular, nervioso, así como sobre otros sistemas del cuerpo.

Pranayama (técnicas de respiración): Observación consciente de las diferentes fases respiratorias, actuando voluntariamente sobre ellas.

Soportes

Un elemento diferenciador destacable es el uso de gran cantidad de soportes: mantas, cinturones, sillas, tacos de madera, almohadones, y un largo etcétera, diseñados por el maestro Iyengar (Guruyi) para que personas con problemas, dificultades o discapacidades puedan realizar la práctica correctamente y recibir el beneficio correspondiente.

A sí mismo el uso de soportes permite, en muchos casos, aumentar el tiempo de permanencia en las posturas. Lo que favorece que los resultados sean más profundos y duraderos.


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