22 abr 2008

adios Chus.







Ayer llegábamos de Madrid, Elena, Aurora, Estíbaliz, Yolanda en el corazón, y yo.
Estuvimos en el último adiós a Chus, nuestra profe, nuestra madre del alma.
Despedimos junto con su familia a la persona que fundó el centro de yoga en León, nuestra querida profe.
Recorrimos el camino de vuelta de la convención de Burgos a León, y de nuevo a Madrid como en una especie de nube, no nos queríamos creer que se había ido de verdad. Hablamos de ella, de las cientos de cosas que nos enseñó, todo lo que nos trasmitió en esta gruta, que ella, con valor empezó a excavar en esta pequeña ciudad.

Todas aún, en nuestra práctica escuchamos su voz, vemos el fuego intenso en sus ojos al trasmitir la enseñanza del maestro, la pasión con la que se entregaba en cada clase, la gran calidad humana en su corazón, la elegancia de su espíritu.
La queremos, la respetamos, le ofrecemos nuestra práctica, y le mandamos desde aquí toda la luz, toda la fuerza, toda la serenidad que ella pueda ser capaz de captar. Estoy segura de que esté donde esté siempre estará tirando de nuestras piernas arriba, de nuestro pecho, de nuestra calma.
Seguiremos con todo cariño la actividad que ella se propuso en el centro, con el respeto y todo el entusiasmo del que seamos capaces.
Nos dio tanto, tanto, más de lo que debía en muchas ocasiones, no dio lo que a veces ella misma no tenía, y jamás podré agradecerle lo suficiente.
Y muchísimas gracias a todos los que estáis ahí siempre, a nuestro querido Patxi, su querido Patxi, cuando nos contaba que fue su primera alumna, cuando se dio cuenta de que el resto de los alumnos, en ese comienzo, eran familia de Patxi... a Jose de Avilés, a Betsy, a Mayte, a Monchi de los Molinos, a Vicente de Alcobendas, a David de Girona, a Susana Castro, Laura, Teresa, Joso, Jordi y Silvia, Mellanie, África, todos los que compartísteis conmigo ese trecho del camino en barcelona, a Claudia, a Modest, a Tita y Juan, a Emilio y Nicole, Mª Ángeles, Igor,Montse, Eva, a mis queridas Josune y Nuria, a Susana Méndez, a Miguel y Chama, a Esperanza, y todos los de Madrid, a Jean Luc de París, a Sergio y Marga de Vigo, y Eladia de Granada,a Mercedes de la asociación, a Melón, su amiga del alma... a su niño Adrián, y a su niña Lucía... a mis chic@s de León, Alicia, M. Ibán, Conce, Susana G., Sara, Chus, Ruth, Oliva, Julia, Mayte, Rosi y Tito, Aurelia y Pepe, nuestra querida Ángeles F., las Maytes... ... ... y todas las personas que iniciasteis este maravilloso camino del guerrero lleno de luz con CHUS, (seguro que dejo gente entre estas teclas que me gustaría nombrar...todos los que estabais siempre pendiente de cómo iba todo ) todos estamos con ella y la llevaremos como una perla, una de esas perlas raras, preciosas, brillantes, únicas, en nuestro corazón.


Hace unos meses, cuando estaba en Barcelona, en formación, compré un bonito cuaderno para el centro con la idea de que Chus lo inaugurara, escribiendo lo que ella quisiera.
Cuando se lo dí, me dijo: "..ay Silvia, qué cosas me pides... anda, dejámelo aquí, ahora no se me ocurre nada..."
A la semana siguiente me lo dio.
Aquí os lo coloco, para que todos podáis compartir esas palabras directas de su corazón.
La dejamos ir. Pero siempre estará.

Un enorme abrazo a todos.

om, shanti shanti shanti.



7 comentarios:

Anónimo dijo...

Nunca olvidaré todo lo que me a dado y aportado en la vida !
Practicamente me crió..., cuando tan solo era niña, yo no sabía lo que era , pero con el tiempo me e dado cuenta de la suerte q he tenido..
Tengo sus palabras grabadas en mi cabeza y Siempre me decia:
" Elena !!! Para quietaaa ya!!
¿Cuantas veces te caiste de la cuna ? "

Muchos besoss..
Te llevaré siempre conmigo..

Elena Matilla

Anónimo dijo...

Mi querida Chus, siempre has estado aquí, aún en los últimos tiempos en que no estabas físicamente, seguías estando aquí. Y ahora que te has ido de esta vida, te sigo sintiendo aquí y siempre estarás conmigo, participando como siempre, en mi crecimiento, evolución, búsqueda, con tu enseñanza, tu fuerza, tu entrega, tu amor. Sabiendo en cada momento lo que necesitaba. Gracias a ti y a tu enseñanza mi vida ha cambiado; he cambiado, me he fortalecido...

Siempre recordaré tus palabras en mis comienzos: “no te creas que ser elástica es una ventaja, todo lo contrario, has de aprender donde tienes que frenar, has de observar más...”. Y así ha sido desde entonces...

Me has enseñado este camino, que es mi vida, y ya no quiero otra cosa.

Te dedico cada práctica, en la que estarás presente todos los días de mi vida.

A mi maestra, a mi madre del alma con todo mi corazón.

Yolanda.

Anónimo dijo...

Gracias Silvia por reflejar aquí esta despedida en nombre de todos y todas las personas que la quisimos. Gracias Chus por haber estado en nuestras vidas, sin duda, gracias a tí somos mejores. Te has ido pero sigues estando, sigues siendo importante, luz, ejemplo. Siento mucho que te hayas tenido que ir, ojalá te llegue todo este cariño. Tu enseñanza no ha sido en vano. Muchas gracias por haber cuidado de mí y de mis niños y por enseñarme este camino.
Aurora.

Anónimo dijo...

ojalá estés bien!; que todo llegue y todo se vaya y lo importante nos transforme para acercarnos al corazón de la luz.

Gracias Chus, gracias Silvia.

Lucía Inthesky dijo...

No sé si leerás esto, porque ya ha pasado tiempo, pero lo he descubierto hoy...
Muchas gracias a todas por las palabras que le dedicáis a mi madre. Y gracias Silvia, por dedicarle una despedida tan hermosa. Cuando leo cosas como esta me doy cuenta de que mi madre era grande y dio luz a mucha gente, ella no se daba importancia y no me contaba cosas como la que has escrito tú.
Elegante de espíritu, siempre la recordaré así. Y como la mamá perfecta.
Gracias, Silvia, y también a Elena, Yolanda y Aurora.
Un abrazo enorme para todas

Lucía

silvia d chica dijo...

Gracias a tí , Lucía, por pasar por este espacio que Chus conocía y le parecía muy emocionante según sus palabras.
Claro que queríamos mucho a Chus! era nuestra madre, de manera distinta a la tuya,por supuesto, pero también la llevaremos eternamente en el corazón.
Es que era muy muy grande...
Y no lo sabía lo grande que era.
Estamos contigo en el dolor de la pérdida pero también en la alegría inmensa de haberla tenido tan tan cerca, y eso sólo lo saben los que la tuvieron de profe, de madre, de amiga...
Un gran abrazo para tí,
Ven por el centro. Es tu casa.

Anónimo dijo...

PARA LUCÍA:
Llevamos un rato leyéndote y empapándonos de la emoción que trasmites al hablar de tu madre. Te enviamos mucha fuerza para seguir adelante en tu camino, aunque tú ya dispones de ella. Ánimo con tus proyectos. El sol brillará mañana, sin duda.
Un abrazo enorme: Aurora, Yolanda y Estíbaliz.