
PARA EMPEZAR EL CURSO:
intensivo de cinco días
del 10 al 14 de septiembre.
de 7:30 a 9:30 de la mañana.
Desde 1995 este Centro de Yoga imparte clases en León según la tradición Iyengar, con mucho trabajo preliminar y dando prioridad a la escucha interior.
Conexiones
Acción versus Movimiento
Cuando practicamos Yoga Iyengar, descubrimos la diferencia entre acción y movimiento. Como principiante, nuestra atención es capaz de observar solamente el cuerpo periférico y los movimientos externos. Esto es lo que llama movimiento físico. Con el refinamiento, uno comienza a entender las diferentes maneras de practicar. Aprendemos a usar todos los sentidos de la percepción para sentir no solamente lo que esta sucediendo en el cuerpo periférico, pero también lo que esta sucediendo dentro del cuerpo.
Es aquí donde llegamos al punto que describe Iyengar: “Cuando la mente actúa como un puente entre los movimientos musculares y los órganos de la percepción, e introduce el intelecto y lo conecta con todas partes del cuerpo”. Nosotros aprendemos a discriminar con la mente y analizar lo que sentimos dentro de nuestros cuerpos. Esto es llamado acción. La acción es cuando creamos un estiramiento interno, un movimiento que es imperceptible para un observador externo, pero que atrae inteligencia y sabiduría a nuestras posturas. Esta conexión de la mente con todas las partes del cuerpo, potencian la relajación desde la superficie hasta las capas más profundas del cuerpo.
Posturas personalizadas
A través de la práctica continua y con la posibilidad de penetrar más profundo en sí mismo, Iyengar adquirió mucha sabiduría del Yoga. Basado en el entendimiento de su propio cuerpo, él ha enseñado a sus alumnos como penetrar todos los niveles del cuerpo: el físico, el orgánico, y el mental. Esta personalización de la práctica de asana nos permite atender las necesidades personales de acuerdo con los cambios en nuestro estado de salud fisiológica.
Elementos
Otro aspecto del Yoga Iyengar es el uso de elementos, incluyendo ladrillos, mantas, cintos, almohadones cilíndricos, sillas y elementos de madera como un sistema de soporte para alcanzar una mejor simetría y extensión en la postura. Si una persona necesita recibir beneficio con un asana –a nivel físico, orgánico o mental- pero no puede realizar la postura por falta de habilidad o fuerza, un elemento puede ser usado como soporte. Con los elementos, aún una persona con discapacidad o enferma puede beneficiarse con las asanas. Los elementos permiten que todos los alumnos puedan quedarse en las posturas por largo tiempo.
Quedarse en una postura solamente un breve tiempo afecta el cuerpo físico primariamente. Quedarse un largo tiempo en las posturas, los beneficios penetran profundamente en los niveles orgánicos y mentales.
Por Gabriela Giubilaro,
“Extracto Curso de Profundización del método Iyengar”,